El «Savoir-vivre» en un pequeño y delicioso hotel marinero.
“En AVANTI creemos que una experiencia bella, humana y descomplicada aún tiene valor. Y lo seguirá teniendo. Siempre”
Cada vez es más especial poder vivir experiencias naturales y verdaderas, honestas, de ésas que llenan el alma y que son sencillas, muy sencillas.
Ser atendidos del modo que AVANTI lo hace lo cambia todo, incluso antes de llegar al Hotel.
¿Y después? Las sábanas de algodón egipcio, las toallas suaves y esponjosas, el zumo de naranja y el caliente croissant de mantequilla por la mañana. Por la tarde el blanco sosiega la deliciosa luz de esta habitación, y el resto lo hace el inolvidable brillo de un inmenso mar que asoma por el balcón. ¡Todo tiene sentido!
Avanti es el viaje. Aquí y ahora.
María prepara con esmero los lirios que nos acaban de entregar.
Celebramos el 9º aniversario del hotel :)
Hotel Carismático
Pionero en Corralejo. Era el año 1969.
Corría el año 1969. Tal vez la fecha no es impresionante a primera vista. Pero sí llega a serlo cuando empiezas a entender cómo era Corralejo en esos tiempos.
Fuerteventura se se desarrollo muy tarde, practicamente en los años ochenta; se mantuvo muy rural hasta esa fecha. La llamaban “el granero de Canarias” por la cantidad de cereales que se cultivaban. Tantos que abastecían en gran medida al resto de islas.
Dado que éste pequeño hotel era el único, le llamaron “hotel Corralejo”. Y continuó siéndolo hasta el año 2013 en que fue completamente reformado.
Las 21 habitaciones originales se redujeron a 14 para darle más amplitud y comodidad; se modificó la estructura del Rompeolas para ofrecer una cocina vista, y se embelleció la azotea, que ahora llamamos el Cielo de Avanti.
Aquí tienen una foto del hotel hace muchos años. ¡Fíjense bien! La arena llegaba hasta la fachada del hotel -dado que no había asfalto- , y mucho menos el paseo marítimo actual.
Antiguo “Hostal Corralejo, finales años 60.
Hotel detallista
Cuestión de tacto. « Disponer de sólo 14 habitaciones permite ciertas libertades »
Un perfume único. ¡La primera impresión es la que cuenta!
Y un aroma así se mantendrá en tu memoria.
El brillo del algodón egipcio. En la cama, lencería exquisita.
Rituals® en cada habitación. Sencillamente nos encantan.
La frescura de una flor natural. En su mesita.
Un desayuno entrañable. No demasiados productos, pero muy bien elegidos. Y mucho cariño.
Pida un humilde huevo frito. Verá a lo que nos referimos.
¡Y es que algo debe tener para que guste tanto!.
Una buena taza de café lo cambia todo. «Lavazza Premium»
El tacto de la tela. Es el buen gusto, entendido al estilo más clásico.
Y menú de almohadas. Natural, plumón y ergonómica.